Aquella noche fue especial,
El cosmos se abrió entregándome una verdad,
Por el camino verde transite por el vacío espacial
Su cuerpo y el mío se encontraron iguales y se entregaron a la levedad...
El ambiente nos entregaba al calor de la playa,
Y nos hacia viajar por las curvas marinas de la briza fresca,
Su humedad y al mía se conjuntaron en el filo de la playa...
Mis dedos se adentraban en su selva negra como peces en el mar...
Sus labios y los míos se daban el agua de rosas que venera cualquier mortal...
Sus manos paseaban sin pena ni límite alguno por todo mi cuerpo apretando mis caderas,
Su humedad y la mía se conjugaban en el fuego que pasó a la eternidad,
Sus labios tibios me daban lo que simplemente necesitaba un poco de cariño...
Su lengua conquistaba poro a poro mi selva negra;
Mi lengua hacía de sus labios, los besos más profundos...
Mis uñas y las suyas se aprisionaban en su espalda y la mía...
Su sudor y el mío se entre mezclaba, se hacían uno solo...
...Su boca mordía mis pezones entregándome a la locura y libertad...
Esa noche supe lo que era hacerle el amor a una mujer...
Le entregue la luna y las estrellas,
Pero no solo en palabra;
sino que llegamos juntas al cielo...
...Y ahí con un grito demencial nos hicimos justicia...
...Nos acariciamos donde nos gusta;nos besamos donde nos gusta...
...Y nos entre gamos lo que teníamos que entregarnos...
...Sabiendo justo lo que necesitábamos,
la una y la otra fuimos una fuimos el equilibrio de la madre tierra...
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